Uno de los grandes hitos de la historia de la humanidad son las pirámides de Egipto. Unas estructuras majestuosas que algun@s consideran que son obra de los alienígenas. Otra estructura piramidal que no es obra de los alienígenas (más bien de la evolución) es el cerebro humano. ¿Por qué piramidal? te preguntarás… No, no es porque tenga forma de pirámide sino porque en él se puede observar una estructura funcionalmente jerárquica.
Nos referimos a la pirámide del procesamiento neural de la información. En la base de esta pirámide encontramos los múltiples sistemas sensoriales (y todas sus conexiones) que envían información hacia estratos superiores. Más arriba encontramos las estructuras de relevo que dirigen la transmisión de la información, haciendo un “filtrado” que, en última instancia, alcanzará la corteza cerebral donde será procesada. En la corteza también hay una jerarquía, todo se procesa siguiendo un orden, un orden que termina en la corteza prefrontal, la cúspide de la pirámide.
Pensarías que esto ya es suficiente ¿no? Pues no. A partir de aquí hay que bajar, ahora toca decidir cuales son los movimientos que realizaremos, cómo, cuándo y finalmente quién. Por aquí desandamos el camino andado y terminamos en nuestros amigos los músculos.
Damas y caballeros, esto es la Psicobiología Sistémica en la US. Un camino repleto de mecanismos de transducción, regiones corticales y subcorticales, vías y muchas preguntas trampa así que ponte tu traje de aventurer@ porque esta pirámide puede ser tu tumba.