Hay una serie de cosas en la vida que pueden llegar a ser muy molestas y pesadas, cosas que son peores que beberse una cerveza caliente, una de esas “cosas” es empezar el grado de Psicología y darnos cuenta de lo que hay detrás de Fundamentos de Psicobiología.
Lo que aparentemente se plantea como la introducción a la rama biológica de la Psicología pronto se torna una pesadilla multi-vectorial: técnicas de estudio, genética, evolución, biología celular, potenciales, sinapsis, ¡BUT WAIT, THERE’S MORE! – la lista sigue creciendo hasta el punto en que se pone a prueba nuestra cordura.
Y la odisea no termina con Fundamentos, ya que toda su importancia radica en el hecho de que en las asignaturas que vienen todo esto se da por sabido, hablamos de colosos como Sistémica, Fisiológica, etc.
Así pues, podemos llegar a compararla con el dolor de pisar descalzos, cuando vamos al baño en mitad de la noche, una pieza de LEGO que nuestro hermano pequeño ha dejado en el pasillo. El truco es no ir por este “pasillo” sin comprobar bien por dónde pisamos, sentando unas bases que nos ayuden a avanzar, relacionar todos esos conceptos que se presentan inconexos para que luego sea más seguro volver a la cama sin heridas de guerra.